lunes, 15 de septiembre de 2014

No es costumbre, es corresponderse.

Dudo que exista otro ser en el mundo con el que yo quiera dormir las mejores noches de mi vida, y soñar los mejores sueños de mi vida. No hay otro, lo puedo asegurar. No hay quien me calme y me enloquezca como él lo hace. No hay otros brazos que encajen tan bien en mi cuando él me abraza. No hay nadie que me conozca siendo tan yo, que él. Nuestras manos son piezas perfectas echas para no soltarse nunca jamás.Es que estamos echos de amor, amor del bueno.

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